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"Yo, Juan el Amado, os hablo en la Llama del Amor"



Juan el Amado (también conocido como San Juan Evangelista) 11 de noviembre de 2018 – 1ª Parte

Benditos Corazones, Yo, Juan el Amado, os hablo en la Llama del Amor — Amor que manda, Amor que se somete, Amor que se convierte en todas las cosas. Porque en efecto, cuando descubrís que la Fundación de la Vida es construida con base en Dios-Amor, todas las cosas que hacen parte del Orden Divino os son concedidas. La Presencia de Dios vierte la corriente de la Inteligencia Directora da Mente de Dios para comunicar a vuestros Corazones la Dirección Divina para Amar, para dar de vosotros mismos, para expandiros y para ser la Gloria de Dios donde estáis. Si no fuera así, ¿cómo podríais explicar el proceso de encarnación por la Mano de vuestra propia Presencia Divina, de recibir vida en un templo corporal a través del cual podríais verdaderamente hacer bajar la Llama de Dios y expandir esa Llama en la Tierra? Oh, algunos son incrédulos y aún permanecen envueltos en su creación humana, dudas y temores, sin despertar hacia la Realidad de la Verdad de quiénes son. Pero, sea como sea, benditos, la Llama sobre el Altar de sus Corazones está intacta y aguarda la Convocatoria, el Llamado, la Voz del Maestro, la Carga de Luz que encendería y manifestaría los Patrones de Realidad, de la Verdad del Ser y comenzaría, así, el proceso del despertar de esa Llama del Corazón para enseñar a las Fuerzas Elementales de la Naturaleza a responder al Amor de Dios, a la Mente de Dios, a la Voluntad de Dios, a la Presencia de Dios! Si hubieseis sido potenciales discípulos durante la última encarnación de Jesús — lo que quizás sea el caso para algunos de vosotros, ya que hubo otros además de los doce Apóstoles que conocéis por sus nombres — ¿habríais oído su Llamado? ¿Habría vuestro corazón sentido la Carga de su Luz? Puedo deciros, benditos, que con toda seguridad, los Apóstoles que rodeaban a Jesús fueron seleccionados por él antes de entrar en encarnación. El Plan había sido establecido, una Fundación firmemente anclada en la consciencia, que sólo sería revelada por la Luz al ser vertida para inflamar la Verdad de la Identidad y de la Dirección Divina que ellos habían de seguir. Benditos Corazones, hace algún tiempo ya venís sintiendo la Carga de vuestra propia Presencia YO SOY, el movimiento dentro de vuestra Llama Trina personal. ¡Os habéis llenado de lágrimas de Alegría! Habéis sentido el ímpetu de la Carga de Luz bajando sobre vosotros. Habéis sentido la profunda Paz de la constante Presencia de Dios. Y fuisteis saturados hasta rebosar con toda la Pureza del Bien de Dios que os fue conferido por vuestra Presencia Divina personal y por los Seres Ascensos y Cósmicos. Todo esto, benditos, está en Orden Divino. Porque, a lo largo de todos los tiempos en la Tierra, han venido Iniciados de la Fraternidad enviados para anclar el Fuego de Dios en la Tierra, Agua, Fuego, Ar y Akasha, para ser Pilares de Fuego, para que podáis, como Hijos e Hijas de Dios, conseguir experimentar la apertura de vuestra consciencia, surcada por el Fuego del Kundalini dentro do vuestro ser, para permitir que la Luz de vuestra Magna Presencia YO SOY personal fluya libremente. Esa Luz, benditos, expande y glorifica a Dios con todo e cada erg de energía que emitís. No importa si se trata de un pensamiento (o) de una palabra, de una energía de vuestras emociones, de la vibración general de vuestra aura — todo eso comunica aquello que sois. Entonces, necesitáis preguntaros: “¿Quién soy Yo? ¿Soy la Presencia de Dios? ¿Soy el Magno YO SOY? ¿Seré el vehículo de expresión de mi propia Presencia Divina — expandiéndose, comandando, y construyendo sobre la Fundación del Templo de la Presencia, mi propio Ser glorioso? ¿Soy Yo lo que se supone que YO SEA?” Los muchos pensamientos que atraviesan vuestra mente comunicando dudas y temores no tienen espacio (disponible) cuando la Llama de Iluminación de la Mente de Dios ha establecido firmemente la comprensión, la toma de consciencia cognitiva de que sois Hijos e Hijas Unigénitos. Sois la Luz Crística resplandeciendo. Y, de esa manera, no hay espacio para el miedo o para la duda. Os abandonáis a la Mente de Dios, permitiendo que esa Mente os dé la clara Visión que necesitáis mantener la Visión que debéis contemplar para vuestro propio curso de vida y, sí, para todos a vuestro alrededor. Porque hay una Visión Universal de Perfección Divina y Realidad Divina que todos los discípulos de la Magna Presencia YO SOY, de los Seres Ascendidos y Cósmicos mantendrán en la Luz de la Pureza Divina. Hay, de igual modo, la presión del Amor de Dios que necesita manifestarse para transmutar y sustituir toda la irrealidad, toda la negatividad, todo lo que pretenda oponerse a esa Luz de la Pureza. Porque es Dios-Amor Él que transmuta, que purifica, que envía el ímpetu de la Voluntad Divina que permite a la Mente de Dios manifestarse. Por eso habéis sido Llamados y enseñados a dar (invocar) la Llama Violeta, invocando el Amor Transmutador de Dios para renovar, resucitar todas las irrealidades latentes dentro de vuestro entorno inmediato, y finalmente expandiendo esa Llama Violeta hasta los más lejanos confines de la Tierra, ¡porque ese es el Mandato que podéis proferir! ¡Oh, qué bien recuerdo cuando me acerqué por primera vez al Amado Jesús! ¡Qué cosa tan gloriosa! ¡Nunca había yo sentido Amor en esa encarnación hasta ese momento! Porque era enorme la Radiación do su Amor. Benditos Corazones, sois bañados periódicamente en el Amor, no solamente de vuestra Presencia Divina sino de todos los Seres Ascendidos y Cósmicos, del Reino Angélico, de los Elohim. Y, en la constancia de ese Amor, recibís nuestra asistencia para permitir que la misma Carga de Luz en vuestro interior, los Fuegos del Kundalini, eleven vuestra consciencia a la Magna Presencia YO SOY. La operación legítima (de estos) durante la encarnación es bajo la protección inmediata de la Presencia Crística, la Luz y el Momentum de vuestra plena Cristicidad como la Presencia YO SOY. En efecto, benditos, ¡Jesús también obraba bajo la protección inmediata de su propia Presencia Crística! Él quedó conocido como el Cristo porque era eso lo que exhibía. Hoy en día es un Cristo Cósmico. Quizás también vosotros ascenderéis a un Cargo de Cristo Cósmico cuando hayáis refinado y moldeado vuestro Logro con gran determinación, con una percepción consciente de vuestro Sendero en la Efusión Divina de vuestra propia Presencia de Dios como el Cristo. Pero (eso) siempre queda determinado por vuestra disponibilidad, ¡primero que todo para oír el Llamado y, segundo, para responder al Llamado! Entonces, una vez hecho eso, ¿será que aceptareis ese Llamado para que os tornéis el Cristo? El sendero de la Ascensión no es para un Hijo de Dios único sino para todos los Hijos e Hijas de Dios. No neguéis vuestro derecho innato, vuestra herencia, la Senda Divina para vuestra corriente de vida. No importa lo que puedan haber sido vuestras transgresiones del pasado o, incluso, aquellas en las podáis tropezar en el futuro por negligencia o ignorancia. Lo que importa es que sigáis esforzándoos. ¡Agarraos a la Luz de vuestra Llama Trina del Corazón! Permitid que la Carga de vuestra propia Presencia Divina haga girar esta Acción Trina de la Llama del Corazón cada vez más rápido para que podáis tornaros un Pilar de Fuego remolinante que no puede ser negado, y quedar preparados para asumir el dominio sobre las pequeñas y grandes cosas de la vida que podrán ser entregadas a vuestra responsabilidad, a vuestro cuidado. No es de vuestra responsabilidad encargaros de ninguna otra corriente de vida. De hecho, ¡el encargo que tenéis es de dar un ejemplo de vuestra propia Cristicidad! Y, si fuera necesario, ¡de hacer el Llamado por otras corrientes de vida! Que el Pilar Shekinah™ avance en toda su Gloria, proyectando los rayos de Luz de Dios, ¡para que otros Hijos e Hijas de Dios puedan despertar hacia la Realidad de quienes son y se tornen el Cristo! (...)






 
 
 

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