“Vengo a Hablar con Vosotros Sobre la Corrida” (2ª parte) El Morya:
- Hernando
- 18 ene 2019
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EL MORYA
Chohan del Primer Rayo
“Vengo a Hablar con Vosotros Sobre la Corrida”
(2ª parte) 12 de febrero de 2012
(...)
Yo, El Morya, envío el llamado a los portadores de luz, los Hijos e Hijas de Dios, para que despierten a la Realidad de la Naturaleza Divina presente en el Altar de sus Corazones; para que vean el cumplimento de la Voluntad de Dios dentro de cada corriente de vida de acuerdo con su logro, su maestría y su capacidad para aferrarse. ¿Qué quiero decir con “aferrarse”? Cuando todo a vuestro alrededor podría derrumbarse, tenéis que permanecer de pie. Cuando otros necesitan consuelo y ánimo, vosotros dais ese consuelo y ánimo. Cuando todos los demás están enfermos y necesitados, vosotros estáis listos para invocar a los Ángeles y Maestros para que rindan asistencia, vosotros recurrís a la ayuda de la Magna Presencia YO SOY.
Seréis capaces de cumplir con todo eso si habéis forjado vuestra propia realidad en Dios. Sin embargo, si habéis realizado un mero ejercicio del intelecto para conocer alguna cosa pero no para convertiros en ella, entonces, benditos corazones, os será muy difícil, en esos momentos de necesidad, ejercer la emisión integral de Luz Divina, Momentum Divino, Visión Divina, Realidad. Porque no habréis acumulado un momentum en vuestro interior, ni (recibido) el entrenamiento para aferraros a ser la consciencia de vigilia, a tener la resiliencia de la fortaleza, del coraje, de la fuerza y, muy importante, del Amor que atrae la Voluntad de Dios entre vosotros y permite que esa Voluntad sea una certeza.
Benditos, a lo largo de vuestras muchas encarnaciones, habéis estado en las líneas del frente de inúmeras guerras, y perdido la vida luchando por alguna causa. No estamos solicitando que entreguéis vuestra vida la mortal en este momento. Solicitamos que infundáis de Luz la consciencia que en algún momento fue anclada en la mortalidad, para que pueda ser resucitada (y convertida en) la Consciencia Crística a fin de que cuando, en cualquier circunstancia de la vida, seáis llamados a dar todo lo que sois, tengáis a la Presencia de Dios a quién llamar para que sea el sostenimiento, la fuente, el motor de la vida. Así será posible contar con vosotros una y otra vez. Benditos corazones, a lo largo de la historia siempre hemos podido ver como las grandes multitudes dependen de un número escaso (de personas). Las multitudes pueden no conocer vuestro nombre, pero conocen seguramente la Llama de Dios cuando desciende en toda su Gloria para salvarlas, alimentarlas, darles Orientación Divina.
La Tierra está actualmente en una situación extremamente difícil, si queréis usar ese término. Podría hablaros durante horas sobre cómo el mundo ha llegado al estado de cosas en que se encuentra políticamente, económicamente, espiritualmente. Sin embargo, para mí lo más importante en este momento es que comprendáis lo que es importante para vosotros mismos — la escasa minoría. ¿Qué vais a hacer? ¿Vais a estar preparados?
Hemos venido tocando esta nota hace algún tiempo — que pongáis vuestra casa en orden; que practiquéis las enseñanzas; que entrenéis y disciplinéis a vuestros vehículos externos para que respondan instantáneamente. Ellos no necesitan verse aguijoneados por las circunstancias a su alrededor para reconocer instantáneamente la necesidad de que la resplandeciente Luz Crística sea proyectada y lidie con todas las circunstancias. Ellos no necesitan que los mimen, acaricien y seduzcan para alinearse. Necesitan saber quién es la Presencia Al Mando. ¿Será la mente carnal? ¿Serán los deseos humanos? ¿Serán las agitaciones y la ira del cuerpo emocional hecho un lío? ¿O serán las flechas de los pensamientos de la Mente de Dios penetrando las tinieblas y despertando la Llama sobre el Altar del Corazón, haciéndola desplegarse, proyectar la Luz, la Orientación Divina, los recursos y la Divina Intención de la Voluntad de Dios en todas las circunstancias?
Entonces, cuando al parecer hay calma a vuestro alrededor, (ese) es el momento para practicar el entrenamiento, para que cuando los vehículos humanos que son vuestro templo sean convocados a realizar hazañas fuera del común, ese templo se llene tanto de la Presencia de Dios (que) estéis preparados. Y no importa si alguien más sabe que estáis preparados. Vosotros mismos sabéis estar preparados. Porque la Magna Presencia YO SOY os dará la Fuerza, y tendréis la Armadura del Señor en la Voluntad de Dios. Tendréis la Pureza en el Altar de vuestro Corazón. Y tendréis la Sabiduría para saber cuando debéis avanzar, cuando debéis quedaros quietos, cuando hablar, cuando no hablar, cuando actuar y cuando aguardar atenta y calmamente que llegue el Señor.
El librito que habéis recibido repleto de Afirmaciones, Decretos, Poesías del Corazón de Dios es el plan de acción para la carrera en la que vais a participar. Ellos os dan el entrenamiento (necesario) para infundir los vehículos de la consciencia que portáis con el Absoluto, con las Tazas de Luz, con la comprensión de lo que se espera de ellos y, a la vez, creando el espacio en vuestro templo para que vuestra Magna Presencia YO SOY encuentre un hogar donde es bienvenida en el Altar de vuestro Corazón. Esto, benditos corazones, puede hacer la diferencia para que una civilización sobreviva, corrija su rumbo y comience a florecer de nuevo.
Durante el próximo ciclo estudiaremos juntos todos los matices que debéis investigar, todas las señales que destaparán la irrealidad, la mentira, y que os permitirán tener una espada de Discriminación Crística más afilada para penetrar lo que aún queda de vuestra propia irrealidad. No seréis, entonces, atrapados en la tela de la mentira sino que seréis el campeón de la Verdad, el defensor de la Fe, y mantendréis en alto la Voluntad de Dios para la Tierra.
No creáis que el tono que hacemos resonar sea pesimista. Hemos venido con la comprensión de que, cuando hay personas en encarnación que fueron preparadas para su misión, estas van a actuar de acuerdo con la Voluntad de Dios y van a desempeñar su papel en el telón de la vida. Van a participar en la carrera y serán Victoriosas en Dios al terminar esta encarnación; y la Tierra estará mejor servida por el hecho de que cada una (de ellas) haya encarnado durante este ciclo, haya vivido (de acuerdo) con su mejor y más alto bien, haya desechado las telarañas de la irrealidad y haya vestido el traje de la Verdad de la Realidad Divina.
Benditos corazones, defended la Verdad de la Consciencia de Dios que habéis aprendido desde este Altar. Y, de manera tan incuestionable como lo es mi Presencia aquí, cuando terminéis esta encarnación seréis recibidos por uno o más Maestros, e indudablemente por los Ángeles, que os tomarán de la mano y os conducirán a vuestra Gloria. Yo, El Morya, os prometo que así será. No perdéis nada al hacer esa transición final hacia las Octavas de Luz. Si bien (los demás) os echarán de menos, este es el comienzo de un nuevo ciclo, a similitud de lo que cada uno de vosotros ha venido comenzando una y otra vez desde a su primera encarnación hasta ahora. Estáis en medio de Ángeles que os rodean para daros pistas, asistencia y dirigiros a las puertas abiertas que debéis necesariamente atravesar en vuestra carrera.
Espero que quienes escuchan este Mensaje estudien cuidadosamente cada palabra; que subrayen y hagan notas en las sangrías sobre la manera como cada aspecto de mi instrucción es interpretado por su consciencia personal; y que, a menudo, vayan por sus apuntes y los repasen una y otra vez, volviendo a leer el texto original y haciendo los ajustes (que sean necesarios) en sus impresiones iniciales. Porque, ¡he aquí que se revelarán más cosas a la consciencia externa de las que quedaron inmediatamente presentes en la primera lectura, la primera audición, el primer (registro) de mi Consciencia y de mi Comunicación!
No descontinuéis el entrenamiento, porque es ese entrenamiento, benditos corazones, que os llevará a la plenitud de vuestra Victoria. Y al terminar esta encarnación seréis recibidos con la corona de laureles, que significa que habéis ganado la carrera de acuerdo con la Voluntad de Dios. Benditos corazones, espero haber expuesto claramente mis ideas; porque mi intención ha sido que no agregarais a mi comunicación algo distinto a lo que he querido decir. El Consejo de Darjeeling se ha pronunciado, y vosotros sois los beneficiarios de nuestra Sabiduría conjunta para esta era y para estos tiempos.
¡Qué vuestra Llama del Corazón se abra de par en par para recibir integralmente todo lo que os revela la Magna Presencia YO SOY y mi Llama! ¡Adelante, pues! Corred en la carrera de vuestra vida, tomando la Mano de la Presencia de Dios; y -- tan cierto como es cierto que ese firme apretón (de manos) os mantiene anclados en el Corazón, Consciencia y Momentum de la vuestra propia y Magna Presencia YO SOY -- sabréis que la Presencia de Dios ha sido anclada en la Tierra en este día a través de vuestra corriente de vida.
El Morya
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