Señor Himalaya (Parte 2)

SEÑOR HIMALAYA

2 de enero de 2010

Parte 2 de 2

(...) La Gracia de Dios os ha dado la Oportunidad de elegir. ¡Por eso es tan dulce, gloriosa y grandiosa la Victoria! Porque sois vosotros mismos los que habéis de interiorizar la Luz de Dios en este vehículo que lleváis puesto. Es la Llama de Dios despertada en los vehículos la que dirá: “¡Estoy firme y firme permaneceré como un Pilar de Luz!” ¿Tenéis la Fuerza de Voluntad necesaria para disciplinar los vehículos externos por la Llama de Dios, para poder cumplir con el ciclo designado de vuestro Destino?

Sí, benditos corazones, vuestro Destino tiene su identidad propia. Él es una forma de pensamiento impregnada del Deseo de vuestra Presencia Divina. Cada punto de percepción de esta forma de pensamiento proyecta los Rayos de Luz necesarios para suscitar, en vuestros vehículos externos, la Determinación, la Sabiduría y el Amor para hacer que (los atributos) se manifiesten. Sin embargo, si decidís que vais a seguir durmiendo en la dulce comodidad de vuestra rutina, todo el Cielo se inclinará ante vosotros. La misma Presencia Divina os otorga esa libertad a todos los niveles de vuestro ser. La elección del libre albedrío reina supremamente. Si lo dudáis, dejad que vuestra mente siga gobernándoos durante un cierto tiempo sin que la Consciencia de la Llama Trina del Corazón evoque ninguna clase de Discriminación Crística, y veréis rápidamente como la decadencia de la vida empieza a precipitarse a vuestros pies.

Y ese es el estado de cosas para muchos Hijos e Hijas de Dios que no adoptan una Manera de Vivir Superior, una Manera de Vivir Recta, una Manera de Vivir Virtuosa en el Cristo. Y sin embargo la vida sigue. Y os preguntáis por qué razón esas corrientes de vida aun reciben la Oportunidad para encarnar. Es porque no todo está perdido mientras hay una Llama Trina sobre el Altar del Corazón. Es una oportunidad para que los vehículos externos sean entrenados, educados y, con frecuencia, suficientemente desconectados durante un tiempo de la Luz da Presencia para que se generen perturbaciones y que esa persona despierte a la realidad de que su vida requiere cambios.

¿Será severo (el tratamiento)? La Presencia opina que no lo es. Porque (pregunto si) alguna vez aceptaríais que vuestros propios hijos siguieran con esa actitud de indisciplina, sin recibir instrucciones ni educación, en prejuicio de su propia seguridad y bienestar, una y otra vez, sin que vosotros intervinierais en defensa de ese niño tan joven y en plena fase de formación que tenéis bajo vuestra responsabilidad? Les toca realmente a los padres, tal como le toca a la Magna Presencia I AM (YO SOY), induciros a entrar en la Llama de Dios, nutriros, protegeros, alisar vuestra fruncida frente y dejar que tengáis todas las oportunidades posibles de superación, de despertar y aprovechar integralmente la Oportunidad para expresar las Virtudes del Cristo, las Cualidades Divinas del Dios Uno, y una mayor Naturaleza de vuestra propia Presencia Divina.(...)

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