“OS TRAIGO VINO NUEVO” : Amado Maestro Ascendido El Morya
- Hernando
- 11 feb 2021
- 3 Min. de lectura
AMADO MAESTRO ASCENDIDO EL MORYA
Chohan del Primer Rayo. Jefe del Consejo de Darjeeling.
Dictado en 1996.
“OS TRAIGO VINO NUEVO” (parte 2 de 2)
por el Amado El Morya
(…) Sí, Amados, he oído miles de almas en la noche clamando: "Morya, ¡haz algo!" Ahora bien, he oído vuestros llamados y he respondido. El Templo de la Presencia es mi respuesta. Quizás no sea la respuesta que quisierais oír, pero es la respuesta decretada por los Más Sabios en nuestra Hermandad. Si cuestionáis esa necesidad, es porque aún no habéis entendido la lección de los Odres Nuevos enseñada por el Cristo hace mucho tiempo. Comprended que ni siquiera Yo estoy por encima de las Leyes soberanas que gobiernan el libre albedrío.
Como la Paciencia es el orden del Cielo, Nosotros mismos hemos sido obligados — HASTA AHORA — a hacernos a un lado y observar mientras almas tan amadas por nosotros deslizan otra vez hacia las mismas lamentables supersticiones. ¡Pero, de esta vez, los encantos y las mayas del pasado lejano desfilan con soberbia en el léxico sagrado de la Hermandad!
Para evitar que Yo mismo sea acusado de exageración, citaré lo siguiente: Alguien que profesa representarnos a Nosotros se ha tomado la libertad de canonizar por insinuación y por el uso de Nuestro Nombre la doctrina según la cual la Ascensión solo puede ser otorgada a través de ella y de su intercesión personal en calidad de Gurú.
Os puedo decir que tal pronunciamiento vacío y otros más, afines e ilegítimos, no son más que los píos y balbuceos del plano síquico, ¡un revuelto popular de carnes sucias servidas en nombre de la "revelación progresiva" y deglutidas enteras sin el beneficio de previa masticación!
Muchos saben en el fondo de su corazón que estos dogmas míticos están en contravía de todo lo que es bueno y verdadero en las Enseñanzas de los Maestros Ascendidos heredadas de Nuestros Mensajeros a lo largo de los últimos cien años. Ellos saben, pero tienen miedo de actuar, tienen pavor de la vieja amenaza papal de condenación que cuelga sobre sus cabezas: "¿Será posible? ¿Las cosas son así de verdad? ¿Qué tal si echo a perder mi Ascensión?"
Os digo: "¡No dudéis! ¡No temáis!" Vosotros que vaciláis y tembláis — Yo, Morya, os dejo aquí mi Solemne Promesa:
¡Mis Mensajeros están en Mi Rayo Sin Temor! No temáis ningún reproche articulado de Mi parte ni de Mis Pares porque lo único que tenemos es la más suprema Compasión. ¡No temáis purgar vuestras copas de vanidad síquica!¡No tembléis con la expectativa de supuestos poderes ocultos por parte de nadie. Mi Escudo de Amor intercepta todas las hondas y flechas que, en vez (de herir), caen suavemente como una cascada de pétalos de rosa alrededor de vuestros pies. Así, extiendo a vosotros este nuevo Cáliz que contiene el Vino eternamente Nuevo de nuestra Presencia de Maestro Ascendido.
¡YO SOY el Poderoso Pilar Del Templo!
¡Acercaos, Vosotros que permanecéis Vigilantes!
¡No tardéis en responder al Llamado de Morya! ¡Sed firmes y construid vuestro Sendero hasta llegar a mí!
¡Que aquellos cuyos nombres Yo pronuncio se levanten y construyan mi Templo! ¡Que estos, iluminados por el Espíritu, entren valerosamente en El Templo!
Y ahora, él aguarda simplemente vuestra respuesta para ver si Yo terminaré siendo tan condenado haciendo como no haciendo.
Pongo mi Firma como vuestro Patrocinador, si queréis que lo sea.
Mis Mensajeros se acercan. Recibidlos en Mi Nombre.
MORYA
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