“¡MANTENED VIVO EL SUEÑO!”: Gran Director Divino

EL GRAN DIRECTOR DIVINO

Manu de la Séptima Raza Raíz. Complemento Divino de la Diosa de la Pureza.

12 de mayo de 2019

“¡MANTENED VIVO EL SUEÑO!” (Parte 2 de 3)

(…) Las Dispensaciones han sido promulgadas. Y Yo Soy de los que han estado en el Pináculo de la Carga para traer muchas de las Dispensaciones que hacen posible la expansión de la Luz y otras Dispensaciones para mantener el equilibrio frente a vuestra propia sustancia (de karma) a fin de que pudierais empezar a entender y a apreciar realmente, dentro de la Llama del Altar de vuestro Corazón, la Verdad de la Ley Cósmica® y vuestra verdadera Identidad.

Pero ¡ay! en última instancia, toda la responsabilidad sigue siendo vuestra. ¿Os agarraréis firmemente a la Carga de Luz y al Momentum comunicado para beneficio vuestro? ¿Seguiréis practicando las disciplinas, comprobadas durante milenios, que permiten a las corrientes de vida encarnadas elevar sus pensamientos y emociones por encima del nivel humano y vivir en la Conciencia de su Santa Presencia Crística? ¿Crearéis espacio para Dios en vuestra vida? En última instancia, ¡esa es la cuestión!

Estáis aquí a causa de Dios. Habéis recibido el mismísimo aire que inhaláis para oxigenar vuestro cuerpo y vuestra corriente sanguínea, para producir el flujo del Poder de Dios – para moveros, para daros energía. Pero eso no es más que mover la arcilla de la tierra, cargar en algún grado el elemento agua que puede ser movido por cualquier conciencia, tener una mente física activada por las sinapsis en función de lo que hayáis depositado en esa mente, de lo que hayáis permitido alojarse en esa mente, quizás incorrectamente.

Así que, como veis, benditos, hay muchas corrientes de vida deambulando de encarnación en encarnación sin el beneficio de la Llama de Dios cargando (de Luz) sus consciencias, encendiendo la Antorcha de la Llama en el Altar del Corazón para guiarlas hacia el uso correcto de la Luz de Dios, de la Verdad de la Ley Cósmica, hacia la comprensión de lo que significa vivir bajo el Dosel de Dios, y finalmente para que se tornen la Presencia de Dios en sus vidas.

¡Oh, cuántos ansían alcanzar algo que trascienda los límites aparentes y la magnitud de lo que han logrado! Tal vez pensaron que su humilde condición en la vida se debía a la falta de estudios intelectuales, a la falta de riqueza, a la falta de amigos y conocidos, a no haber ostentado su inflado ego humano. Podéis examinar cada atributo exhibido por la conciencia humana, por los deseos humanos, y veréis que, cuando está ausente en el la Presencia de Dios, la Carga de Luz, y la Inteligencia Gobernante del Cristo, allí termina apareciendo la contraparte distorsionada. Pues, siempre que a los hombres les falta el peso de la Mano de Dios guiando su moralidad, los mismos principios de las Virtudes Crísticas y las Cualidades de Dios en su más pura Perfección terminan transformándose en innumerables modelos de limitación humana y de iniquidad.

Todo esto ocurre porque el cuerpo de memoria está tan repleto de karma no transmutado que rebosa e impregna la mente exterior, las emociones, el cuerpo físico y, básicamente, todas las subdivisiones de los planos de los vehículos de conciencia, sedimentándose en los centros espirituales de los chakras y no permitiendo que la plena Carga de la Magna Presencia YO SOY – que es ¡oh, tan poderosa! – termine alcanzando, vigorizando, dirigiendo y amando a la corriente de vida a quien la Presencia dio vida.

Oh, ¿cuántas encarnaciones han soportado tantos de los Hijos e Hijas de Dios, intentando mejorar sus vidas al mismo tiempo que omitían el ingrediente supremo que podría conducirles finalmente a la Victoria? Ese ingrediente, benditos, es Dios. Dios con toda su Voluntad Orientadora que debe evidenciarse. Dios en la Iluminación que trae Sabiduría sobre cómo conducir los asuntos de la vida a lo largo de su encarnación. Dios en todas las virtuosas Cualidades demostradas en la vida diaria, en las relaciones con los demás, en el manejo de la Llama de Amor Divino hacia Él, y hasta en el entorno con todo lo que (los Hijos de Dios) han sido encargados de proteger y guardar bajo el dosel del Amor de Dios.

El Amor Divino, practicado y perfeccionado, se convierte en un depósito que desborda e inunda todas las áreas de la vida individual, asegurándose de que cada acción ocurra en sintonía con la Efusión Divina del Corazón de la Magna Presencia YO SOY. Y cuando es vertida la efusión colectiva de los Muchos Hijos e Hijas de Dios en la Plenitud de su Magna Presencia YO SOY, ¡podéis empezar a ver cómo todo ese Poder puede mover - y de hecho mueve - montañas de adversidad sobre la faz de la Tierra! ¡Él puede cambiar la conciencia de las masas! Pues el Poder de Dios es, ¡oh, tan magnífico! y no se puede negar.

¿Pensáis por un solo instante que nosotros, los Maestros Ascendidos, dudamos de lo que vosotros, los Portadores de la Antorcha del Templo, sois capaces de hacer y lograr? No lo hacemos. Pero para eso tiene que haber una respuesta de vuestra parte – unas ganas de involucrarse activamente en la Luz de Dios, de usar los recursos de vuestra Magna Presencia YO SOY, de refinar el paladar de vuestros deseos para que coincidan con el Deseo de vuestra Magna Presencia YO SOY. Para que las verdaderas Virtudes Crísticas se manifiesten, para que las Cualidades de Dios sean refinadas hasta su forma más pura, debéis participar activamente en las iniciaciones y ciclos de vuestra vida que os darán la Maestría, el Logro Espiritual y finalmente vuestra Victoria, la realización total de la Verdad Omnisciente de vuestra Identidad Divina. (…)

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