MAESTRO ASCENDIDO HILARION (San Pablo Apóstol) (Parte 2)

MAESTRO ASCENDIDO HILARION (San Pablo Apóstol) Chohán del Rayo Esmeralda de la Verdad 6 de febrero de 2011 (Parte 2 de 2) Estáis destinados a obtener la Victoria en Dios. No sigáis pensando en vuestra creación humana aun existente mientras vivís en las octavas físicas. Es mejor que penséis en el Todo de vuestra Gran Presencia YO SOY, de ese Cuerpo Electrónico que establece el flujo de Luz y los Patrones de Identidad Divina que vais a recibir diariamente. Sabed que sois capaces de absorber toda esa Luz en el tejido de vuestra vida, siempre y cuando pongáis la Presencia de Dios en primer lugar.

¡Qué gran farsa que aún existan algunos Hijos e Hijas de Dios tan acostumbrados a su propia creación humana que no creen que alguien pueda – ellos mismos o cualquier otra persona – vivir una vida plena, saboreando todos los frutos puros de la labor en estas octavas físicas que fueron duramente conquistados por los Consejos Cósmicos a lo largo del milenio, que fueron preparados para vuestro placer y para vuestra Victoria! Se quedan pensando tan sólo que, de alguna manera, la vida en los Reinos de Dios es demasiado estéril y que, por eso, no aspiran a absorber su Belleza ni sus Vibraciones tan estimulantes.

Pero, en efecto, ¡esta es la verdadera naturaleza de los Reinos Divinos donde la Presencia de Dios es el Todo-en-Todo de todas las vidas que en algún momento hayáis disfrutado, deseado, esperado! Gracias a esa fina capa de memoria pura enterrada en el fondo del alma, aún recordáis esos estados de elevación durante los cuales habéis conocido la Plenitud de Dios, durante los cuales habéis estado en la Presencia de Dios. Gracias a ese recuerdo, del cual de alguna manera todos los Hijos e Hijas de Dios nunca perdieron el rastro, todos se están esforzando por volver otra vez (a la Presencia), por muy descarriados que se encuentren sus vehículos externos - probando las aguas de la creación humana y hundiéndose en todo tipo de actividades que no los preparan.

Es cuando, y solamente cuando, los vehículos externos han determinado que no son nada a menos que la Presencia de Dios se mueva por intermedio suyo que ellos (ya) no quieren nada salvo a la Presencia de Dios moviéndose por su intermedio. Nada les hace falta a no ser el Deseo de Dios. No logran tomar consciencia del pensar a menos que sea la Mente de Dios abriendo camino para el paso siguiente, el pensamiento siguiente, la siguiente palabra. Entonces y tan sólo entonces, el discípulo - que desea que el Señor de la casa esté en casa en su interior - ¡comprende que él, el Señor, ya ha llegado!

Sois el Hijo y la Hija de Dios. Ese Cargo viene acompañado de un manto de Derecho Divino — el derecho de invocar al Señor, el derecho de exigir que Todo lo que está presente dentro de la Gran Presencia YO SOY pase a través vuestro, establezca en vosotros una manera de vivir, soplando sobre vuestra vida el Aliento que es el Aliento de Fuego de Dios, que elimina toda irrealidad y permite que la Verdad de lo que sois esté presente (aquí) donde estáis.

Pero esa acción sólo ocurre cuando esos vehículos externos se han rendido, cuando han sido disciplinados y cuando son obedientes a la Voluntad de Dios. Cuando la Luz y la Consciencia Corpórea de la Gran Presencia YO SOY nutre los cuerpos externos que los Hijos e Hijas de Dios llevan puestos, estos están recibiendo el alimento de Dios, permitiendo que sus vehículos sean saturados hasta que rebosan. Ya no están desperdiciando la Luz; ya no están pervirtiendo esta preciosa Consciencia Corpórea sino permitiendo que esta se vaya acumulando en los vehículos externos y que, de hecho, ella empiece a vibrar cada vez más como su propria Presencia Divina, elevando la Vibración en la que cada uno reside, permitiendo que esa Vibración se expanda en círculos concéntricos por toda la Tierra, afectando la totalidad de la consciencia de los Hijos e Hijas de Dios.

Porque cada uno tiene, por derecho propio, la oportunidad para recibir la Bendición del Momentum Divino que todos los demás Hijos e Hijas de Dios han manifestado. Por eso nunca podéis decir – ni por un instante - que el Sendero que lleva a la Ascensión es una actividad egoísta. (No), porque es la actividad más benevolente para toda la Tierra, ya que todos se alimentan con la gloriosa Victoria de cada vencedor. Así, vosotros – el Hijo, la Hija del Altísimo, tenéis una responsabilidad ante vuestros hermanos y hermanas de Luz — la responsabilidad con la que sólo podéis cumplir si camináis en la Presencia de Dios.

Espero que adhiráis a mis instrucciones y a la presión de mi Consciencia. Espero que repaséis (esta enseñanza) hasta que vuestra mente, vuestras emociones y vuestro cuerpo físico empiecen a hacer eco de la Verdad Cósmica que os he trasmitido. Sabréis, entonces, lo que significa permanecer firmes, hombro con hombro, con esos espíritus afines que son vuestros verdaderos hermanos y hermanas, independientemente de su lugar de origen, de la educación que pueden haber recibido, de la cultura de sus países natales. Los reconoceréis por la Vibración de sus Corazones. Y sabréis así que el Todo de Dios está obrando, y que habréis cumplido con vuestro papel en la Efusión Divina que la Presencia de Dios ha deseado para la Tierra.

Alegraos en el nuevo día – en el que sois la Plenitud de la Presencia de Dios donde estáis. Ese nuevo día ha empezado.

Os agradezco.

Hilarión

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