“La Preparación del Cáliz de Vuestro Ser” Madre María

MADRE MARÍA

29 de noviembre de 1998

“La Preparación del Cáliz de Vuestro Ser”

Mis Amados Hijos,

Vengo a daros instrucciones sobre la preparación del Cáliz de Vuestro Ser para la llegada de vuestro Señor, de vuestro Santo Ser Crístico. La mayoría no sabe realmente en qué consiste el Cáliz. Comenzaremos desde el puro principio. Entended que todo se inicia en el Corazón.

El Cáliz de Vuestro Corazón refleja la totalidad de la Radiación - emanada de vuestro Corazón – de las Cualidades Divinas de vuestra Presencia. Cuando el Corazón es puro, el Cáliz es transparente como cristal. Cuando el Corazón es solícito, el Cáliz está repleto de Caridad. Cuando el Corazón rebosa de Verdad, el Cáliz es indiviso y está completo. Cuando el Cáliz conoce la Sabiduría, el Corazón comprende cómo extender la plenitud del Amor. El Corazón sabe cómo guardar el Cáliz, como protegerlo y, al mismo tiempo, como extender plenamente todo lo que está disponible para fluir a través del Corazón.

Amados, la esencia del Corazón y cualificada con cada pensamiento, cada emoción, cada acto de vuestro ser. Vosotros tejéis la estructura del mismo Cáliz con el color de cada emoción, con la textura de cada pensamiento, con la firmeza nacida de la Fuerza y Coraje de cada acto. El Cáliz, Amados, solo puede contener todas las oportunidades que se os extienden cuando es firme, fuerte, sano y completo. Cuando la oportunidad llega a vuestro mundo, lográis agarrar el momento. Pero si el Corazón no está preparado, el momento pasa porque no estabais listos para él, perdiendo así la oportunidad.

Cuando centráis la atención en la preparación del Cáliz, debéis primero decidir: “¿Por qué razón estoy allanando el camino? ¿Mis motivos serán egoístas? ¿Tendrán como finalidad inflar mi ego?" O por el contrario, ¿será que esta preparación es para recibir la plenitud de Dios-Amor que viene de vuestra Presencia Divina, llena de la Gracia que queréis ofrecer al Más Alto? Ser capaz de preparar el Cáliz adecuado significa empezar a cultivar un Corazón amoroso, solícito. Nadie desea visitar a un amigo que no le da la bienvenida. Lo mismo ocurre, Amados, con vuestro Corazón versus el Santo Cristo Personal.

Es cierto que hay la extensión del Amor de vuestra Presencia Divina por vosotros transmitida incondicionalmente, pero solo una parte de ese Amor es percibido cuando el Corazón está cerrado. Os toca moldear vuestro Corazón de manera que esté listo para recibir en cualquier momento. Porque no sabéis cuándo alguien pueda timbrar en la puerta. Puede ocurrir cuando menos lo esperáis. Podría fácilmente ser a media noche. Podéis pensar que nadie llegaría a esa hora, pero quizás sea el único momento (del día) en el que vuestro mundo externo está suficientemente quieto, suficientemente tranquilo, y vosotros suficientemente atentos en la Gracia de Escucha necesaria para percibir la Voz Calma e Silenciosa que transmite este Amor a vuestro Corazón. (...)

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