EL SEÑOR HIMALAYA
Manu de la Cuarta Raza Raíz
14 de agosto de 2022
“LA MEDITACIÓN COMO MANERA DE VIVIR” (1 de 4)
¡Consciencia!
Es como puntear una cuerda de arpa,
Propulsando la Llama de Amor Divino desde la Llama de tu Corazón. Como los acordes singulares y sostenidos de un violín, Eternamente proyectando adelante la Consciencia de la Mente de Dios.
¡Consciencia!
Es como los tonos graves de pedal que se aferran a la Voluntad de Dios. Y vosotros, benditos,
¡Los mismísimos Instrumentos de la Sinfonía de Dios!
Así es como vuestra Magna Presencia I AM
Toca en vosotros Su Melodía eternamente nueva y su cántico,
¡Cada momento de cada día!
Cuando hayáis entrenado vuestra consciencia a aferrarse a la Vibración Divina que es el estado natural de Akasha y que fluye por Mandato de vuestra propia Presencia Divina, tendréis la habilidad de trasladar al mundo de la forma, del espacio y del tiempo, todo lo que vuestra Presencia desea anclar en esta vida externa.
Quizás no habéis considerado como la disciplina de vuestras meditaciones sobre la Presencia de Dios os ayudará en todos los aspectos de vuestra vida. Sí, porque la experticia en esta meditación tan elevada conduce a la habilidad de escuchar la Voz de Dios, de percibir la Vibración de Dios, de conocer la Verdad que resuena en el Corazón de Dios y de saber cómo plasmarla en una Manera de Vivir de Maestro Ascendido.
Yo, Himalaya, en mi rol de Manu, he guiado a muchos en el arduo viaje que conduce a la cumbre de su Victoria. Al acercaros a esa cumbre, siempre queda la pregunta: ¿habrá suficiente Carga de la Luz de Dios ardiendo en el Altar del Corazón para alzar completamente a cada aspirante y depositarlo en los brazos expectantes de su Magna Presencia I AM (YO SOY)? Ciertamente, la Presencia ha permanecido fiel a lo largo del viaje, siempre lista para responder, manteniendo siempre abierta la puerta de la Consciencia Divina para que la Llama en el Altar del Corazón lograse encender un mayor momentum de expresión de la Presencia al tiempo que la corriente de vida encarnada avanzaba en la vida con toda la creatividad y Momentum que la Presencia había deseado.
Demasiados ignoran la maravillosa oportunidad que se les brinda a cada momento. Sí, pues esta meditación no está pensada sólo para esos momentos específicos que formalmente reserváis para dedicar toda la atención a vuestra Presencia. Eso, benditos, puede y debe ocurrir a cada momento, cada vez que vuestra corriente de vida encarnada respira. Porque a medida que inhaláis la mismísima Vibración propiciada por el Cordón de Cristal de vuestra Presencia Divina, todo lo que es impuro es alejado — todo lo que difiere de lo que vuestra Presencia ha emprendido en pro de vosotros es barrido, para permitir que vuestra Presencia se manifieste más y más. Estos son los Patrones Divinos de la vida que hasta ahora habéis ignorado, que no interesaban a vuestra mente externa, que no os complacían emocionalmente. Sin embargo, ahora la Vibración de la Llama Divina se despliega sobre el Altar del Corazón y se expande a través de la Consciencia de vuestra Santa Presencia Crística, ¡y así empezáis a experimentar una nueva vida, nuevos comienzos, nuevos momentums! (…)
EL SEÑOR HIMALAYA
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