“LA LLAMA DORADA DE LA ILUMINACIÓN” : Señor Gautama
- Hernando
- 10 oct 2020
- 3 Min. de lectura
AMADO BUDA GAUTAMA
Señor del Mundo
1º de julio de 1998
“LA LLAMA DORADA DE LA ILUMINACIÓN”
(Parte 1 de 2)
Queridos de mi Corazón,
Vengo con la Llama Dorada de la Iluminación para anclarla en este Altar, para que la Sabiduría pueda expandirse en este campo de fuerza. La Victoria de cada uno de vuestros Senderos es un proceso iniciático que depende de la expansión de la Iluminación Divina.
INVOCAD VUESTROS REGISTROS DE LOGROS PASADOS
Muchos tienen Amor suficiente, muchos tienen Poder suficiente, pero pocos tienen la Sabiduría de la Luz de la Llama de Iluminación porque va más allá del mero conocimiento. El Sendero requiere toda la Sabiduría das Eras que habéis manifestado en vuestras encarnaciones individuales. Esa Sabiduría fue depositada en vuestro Cuerpo Causal a lo largo de eones de tiempo a través de Iniciaciones y de toda clase de interacciones que os han enseñado a usar sabiamente la Luz.
Muchos eligen ignorar los postes indicadores del pasado, ya que no quieren ser molestados por esos registros. Sin embargo, benditos corazones, la historia de vuestra individualidad y los pasos que habéis dado forman el telón de fondo para la expansión de vuestra consciencia en la Llama. No estamos sugiriendo que desenterréis las transgresiones de toda clase cometidas contra la Luz para verlas desfilar ni que os entretengáis a repasarlas. No sugerimos que les deis atención ni por un instante. Sin embargo, los registros de ocasiones en las que obtuvisteis Victorias en la Luz, en las tomasteis decisiones acertadas y actuasteis rápida y correctamente – ¡esos sí, son registros que habéis de revisitar!
Tenéis la capacidad para traer a la consciencia externa, a través de vuestra Santa Presencia Crística, el recuerdo de registros específicos que son necesarios para enseñaros el rumbo correcto en este momento. Muchos de vosotros daríais los pasos apropiados si tuvieseis un poco más de Sabiduría. No esperamos que de un instante a otro acumuléis todos los conocimientos de la Ley Cósmica puestos a vuestra disposición. Pero sí podéis lograr que alguna necesidad inmediata del momento sea iluminada a través de la Orientación de vuestra Santa Presencia Crística y os permita obtener una Victoria en Dios.
EL AMOR HACIA LA LEY CÓSMICA
Debéis Amar al Dios (que habita) en vuestro interior para poder recibir las directrices de la Sabiduría de la Mente Más Alta. Porque, sin el Amor de Dios que se expresa como la Ley Cósmica, no está disponible el hilo que teje y fabrica la vestidura y que la ajusta a vuestro ser. No basta con desear el Conocimiento y la Sabiduría tan sólo para poseer Sabiduría, para ponerla sobre el hombro y exhibirla como gran destreza del ego humano.
El sabio uso de la Ley es para beneficio de Dios, no solamente dentro de vuestro ser sino en todo lo que vive. Cuando decidáis que estáis listos para iniciar vuestro Servicio a la Luz por (amor a) Dios, os tocará poseer ciertas perspectivas, ciertas comprensiones sobre la Ley Cósmica. No será suficiente con que respondáis o reaccionéis a las circunstancias de la vida instantáneamente, sin previa preparación. Habrá ocasiones en las que seréis llamados a entrar en acción, en las que tendréis que generar el Fuego por la Divina Determinación y Voluntad (presentes) en vuestro ser, en las que os veréis obligados a producir una determinada acción en un determinado chakra o a usar varios chakras en combinación para producir una tarea específica.
A muchos estudiantes que están empezando les encantaría que los Seres Cósmicos, Maestros Ascendidos y Arcángeles lo hicieran todo por ellos. Dirían complacientemente: “¡Cada cosa en su momento!” Ahora bien, Amados Corazones, ese momento puede llegar mucho más pronto y rápidamente, inclusive en el tiempo de Dios, ya que el programa para vuestra corriente de vida conduce a la Victoria siempre y cuando vosotros mismos apliquéis la Ley de vuestro Ser. Lo que quiero decir es que existe un Proyecto Interno, una Dirección Divina para vuestra corriente de vida y que, cuando ponéis en práctica la Enseñanza de la Ley a través de la ciencia de la palabra hablada, por medio de plegarias y meditaciones, de cánticos, por medio de acciones y del Servicio, descubrís que el correspondiente retorno de la Luz a vuestro ser es fuertemente expandido – más allá de vuestras esperanzas más delirantes – cuando aplicáis la Ley abnegadamente en Servicio y por Amor a Dios. (…)
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