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“He Venido a Hablar con Vosotros Sobre la Carrera” (1ª parte) EL MORYA


EL MORYA Chohan del Primer Rayo

“He Venido a Hablar con Vosotros Sobre la Carrera" 12 de febrero de 2012

Como Jefe del Consejo de Darjeeling, Yo, El Morya, ¡he venido a hablar con vosotros sobre la carrera! Porque cada uno de vosotros ha estado participando en la carrera de la vida desde la primera de vuestras encarnaciones. Y después, señalasteis un nuevo inicio en cada encarnación, seguida por interludios de reposo entre encarnaciones, recuperando la fuerza para regresar una y otra vez, intentando en cada una de ellas cumplir con los requisitos que vuestra Presencia Divina personal ha establecido para vosotros.

En el transcurso de la carrera, muchas veces perdéis el equilibrio, perdéis la visión y os desviáis de la trayectoria, y descubrís que es necesario buscar orientación en una fuente de inspiración más elevada, si queréis llamarle eso. Yo preferiría llamarle lo que es (realmente) — ¡la Voluntad de Dios! Porque, al fin y al cabo, ¿no es la Voluntad de Dios que os ha estado inspirando desde el principio? ¿No fue la Voluntad de Dios que os mostró cómo encontrar el camino en una vida específica? Es sólo cuando no estáis dentro de la Voluntad de Dios que os extraviáis y sentís que el camino se os ha vuelto casi insoportable, (llegando) hasta la negación de esa vida y al esfuerzo necesario para retomar el rumbo e intentar otra vez.

Benditos corazones, sois realmente la esperanza del mundo. Porque, si no es entre los que comprenden la Voluntad de Dios ¿dónde más iríamos nosotros, el Consejo de Darjeeling y todos los Consejos de la Fraternidad de Luz, buscar a quienes comanden la carga hacia una Era Dorada? Sí, han venido y se han ido muchas Eras Doradas, y os preguntáis cómo fue posible que una civilización llegara al pináculo de logro que le permitió entender la amplitud de la Consciencia de su propia Cristicidad recorriendo su ser, energizando, orientando, guardando, comunicando la Visión de su propia Presencia Divina, y rindiendo asistencia de las múltiples maneras en las que el Cristo puede enseñar a los vehículos externos a ser más similares a la Presencia de Dios — y (luego) se desmoronara. Benditos, la ruina de la consciencia de la especie humana ocurre cuando no hay la capacidad para que la Llama sobre el Altar del Corazón sea energizada con tal magnitud que florezca en cada uno de sus veículos de la consciencia, asumiendo el Dominio Crístico en todos sus asuntos e insinuando, en el tejido de la vida en la Tierra, la carga de Luz que sólo puede ser manifestada cuando la Presencia de Dios está cerca.

Sois un pequeño grupo de gloriosos Hijos e Hijas de Dios. Habéis escuchado el llamado interno. Muchos han respondido con todo lo que son, mientras que otros siguen sentados en la orilla del camino contemplando su destino, preguntándose si deberían atreverse a ir más lejos. “¿Qué me gano con eso? ¿Qué voy a recibir?” repite constantemente la mente externa. “¿Qué cosa puede hacer que me sienta parte de una familia más grande?”, repiten las emociones. “¿Qué cosa me daría un sentimiento de propósito si es que no he encontrado ningún propósito que me guste en la vida?” Benditos corazones, cuando estáis firmes en la Llama de la Voluntad de Dios, sabéis perfectamente qué es ese Propósito Divino. Es ser la Presencia de Dios en todas las áreas da vuestra vida. No importa cuál sea vuestra profesión en el mundo. Porque, cuando estáis en la Presencia y el flujo de la Luz y Vida de la Consciencia Corporal de vuestra Magna Presencia YO SOY, todo lo que tocáis, todos vuestros asuntos resultan refinados por la carga de Luz que imbuís en todos los aspectos de la vida.

Cuando llevéis puesto el traje completo de vuestra Llama Trina personal, la visión que se os comunica será más clara. Lograréis ver lo que hay justo después de la próxima curva, de la próxima colina, del próximo empeño. Y aun si no lográis verlo, lograréis con toda seguridad encontrar vuestro camino hacia el próximo empeño, porque tenéis la Fe sostenedora en la Presencia de Dios que ya habéis identificado como la Voluntad de Dios en acción en vuestro interior, y marcháis hacia delante. Y, cuando empezáis a marchar hacia delante, descubrís una aceleración creciente en vuestra vida; la cadencia aumenta; y cuando menos esperéis, estáis corriendo con la velocidad del relámpago para dar la bienvenida al nuevo día, porque es muy prometedor para vosotros.

Esa, benditos corazones, es la carrera de la vida que cada uno de vosotros debería estar sintiendo — sabiendo que cuando termine vuestra vida, habréis completado la carrera que vuestra Presencia ha deseado, habréis entendido todo lo que debíais aprender, asimilar; y por eso, tendréis esperándoos una celebración de vuestra corriente de vida. Para vosotros no habrá llanto; porque, después de todo, sois sostenidos y estáis seguros en los brazos de vuestra propia Presencia Divina.

¿Cuántas veces habéis repetido esta carrera cíclica? Encarnación tras encarnación, vais hilando el tejido del traje de vuestro propio logro y, de acuerdo con ese logro, os aferráis a ese momentum que os transporta hacia cada encarnación, hasta que en un momento dado la Presencia dice: “¡Bien hecho, servidor bueno y fiel! ¡Ven! ¡Quédate dentro de mí! Se todo lo que YO SOY. Conoce a la Presencia de Dios.”

Benditos corazones: ¡Qué gloriosa es la oportunidad que se os extiende con cada encarnación! Sin embargo, uno podría preguntarse (si es así en realidad) al observar las multitudes a su alrededor y al ver como se han vuelto displicentes con esa oportunidad. Porque, (fijaos en) la rapidez con la que las multitudes aceptan adoptar cualquier consciencia desconocida que flote por ahí y que no resuena con la Llama Trina de sus Corazones, simplemente porque cuenta con un abundante refuerzo colectivo.

Las contracorrientes planetarias del pensamiento y de la emoción no son una novedad para vosotros, estudiantes sinceros del Sendero y de la carrera. Porque comprendéis que, cuando esa consciencia colectiva irrumpe y os confronta con su ataque impersonal, no tenéis otro recurso a no ser coger vuestros Decretos, vuestras Afirmaciones, vuestros Fiats a Dios y lidiar instantáneamente con esa energía rebelde y amenazadora. ¡Y resulta! Estáis demostrando la Ley una y otra vez. Comprendéis cómo funciona la Ley, y no permitís la intrusión en vuestra propia Pureza, que es interna. No permitís que vuestra trayectoria sea redirigida erróneamente una vez que tenéis la Verdad en lo más íntimo de vuestro ser, trazando (la ruta de) vuestro viaje.

Estoy hablando con vosotros el día de hoy como Jefe del Consejo de Darjeeling para sonar el Toque de Rebato a fin de que estéis vigilantes, atentos a lo que viene ocurriendo en el mundo mental y emocional y que está reverberando, no solamente a través de los Estados Unidos sino del mundo entero. Porque, con la comunicación masiva de esta era tecnológica, basta poco tempo para que una tormenta de Fuego de discordia inunde el mundo entero, apoderándose de, alterando y empujando los momentums de Hijos e Hijas de Dios crédulos hacia un frenesí de negatividad, redireccionando sus intenciones, sus momentums. Extraviados, habiendo abdicado de la sintonía anclada en el Cristo que tenían en el pasado y perdido la piedra de toque de la Realidad Divina, ellos se convierten en meros instrumentos utilizados por mentes más potentes.

¡Oh, benditos corazones! La manipulación de fuerzas invisibles recorre la tierra a diario, y no podéis ignorar vuestro propósito en la vida de enaltecer la Llama de la Verdad, de galvanizar la Luz de Dios donde estáis, y de defender la Verdad que se basa en la Roca de la Realidad Divina. ¡De hecho, es ese vuestro llamado! A pesar de todas las obligaciones con las que os toca cumplir diariamente, vuestros Decretos no pueden quedarse en silencio. El momentum que habéis acumulado por (el hecho de) saber cómo hacer el llamado para invocar y reclutar los Ejércitos del Señor, cómo tener a los Ángeles a vuestro lado, cómo obtener la respuesta de los Elohim — ese es un llamado alto y santo que no se debería ignorar. Las cosas pueden parecer ir por buen camino en la tierra, pero ¿qué tal si eso cambiara? ¿En quién confiarían los Hijos e hijas de Dios para que les mostrara el camino?

Aunque personalmente podáis no estar en primer plano en la consciencia de las multitudes, ¡vuestra Luz sí lo está seguramente! ¡Y vuestra Presencia ha encarnado en esta era para realizar una obra grandiosa! Considerad vuestras encarnaciones anteriores como un entrenamiento para este momento y para esta hora. ¡No refutéis vuestras responsabilidades! (…continuará)

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