“¡Este es el Trabajo por Hacer! ¡Estás con Nosotros o Estás por Tu Cuenta!” El Morya

AMADO EL MORYA

Chohan del Primer Rayo – La Divina Voluntad

29 de abril de 2011 (Parte 3 de 3)

Tucson, Arizona, EEUU

“¡Este es el Trabajo por Hacer! ¡Estás con Nosotros o Estás por Tu Cuenta!”

Así que ya veis, benditos corazones, es tiempo de que asumáis un compromiso con la Verdad de vuestro Ser Divino, la Poderosa Presencia YO SOY. Y a medida que captéis más del Ideal de vuestra Magna Presencia YO SOY personal en vuestra vida, eso comenzará a propagarse a través de la Tierra. Y como dije al iniciar (el dictado) - ¡hay otros quienes en distintos países y regiones de la Tierra despertarán a tiempo! ¡Porque muchos de ellos serán traídos a la proximidad de la Llama de Dios - ya sea consciente o inconscientemente! ¡No importa! Lo que importa es que sientan el movimiento en su interior y que lo conviertan en acción, como si desenvainaran la espada Excalibur para que brille al sol, emanando la Verdad de Dios con su fulgor. Y cuando esa Verdad se manifieste en la Tierra, muchos la percibirán. Muchos la reconocerán y aceptarán.

Por eso hemos deseado reunir a las corrientes de vida cuyo Plan Divino prevé que sean galvanizadas y traídas a esta Actividad externa de los Maestros Ascendidos - para que juntas, muchas manos, muchas voces, muchas Llamas del Corazón de Dios puedan completar la obra que debe ser diseminada a lo largo y ancho del mundo.

No penséis ni por un instante que una persona operando sola vaya a iluminar el mundo. (La obra) requiere la multiplicación de las Llamas de Dios. Ella requiere los cimientos de todo el Espíritu de la Hermandad de Luz moviéndose en una acción unificada para llevar a cabo todo lo que debe ser hecho, no sólo para la Victoria final de la Era de Oro, sino incluso en esta era para producir un freno suficiente a los cataclismos y a las guerras, a los fracasos de gobiernos que hay que silenciar, y para que sean entrenados los bienaventurados con suficiente Presencia de Dios en el Altar de sus Corazones para que ocasionalmente puedan ser convocados por nuestros Consejos Cósmicos a gobernar de manera más eficiente.

Este es el trabajo por hacer. ¡Y vosotros o estáis con nosotros, o estáis por vuestra cuenta! ¡Así que no os quejéis cuando la jornada se ponga difícil y no tengáis a El Morya ni a Saint Germain en quienes apoyaros! ¡Somos una fuerza a tener en cuenta! ¡Y cuando tenéis la asistencia de Todo el Espíritu de la Hermandad la Luz en un Orden Divino concertado que emana de Alfa y Omega, podéis estar seguros de que la Victoria llegará! ¡Pero no llegará sin los asistentes que se han comprometido a niveles internos a consagrar sus vidas y todo lo que son, en la plenitud de la Conciencia Crística, a la Obra de las Eras!

¡Espero que esta Comunicación sea divulgada por todas partes! Porque vosotros, corazones benditos que estáis sentados delante de mí esta noche, no sois los únicos a quienes estoy hablando. Porque la conciencia de los Elohim, del Poderoso Victory, del Consejo del Karma y del Consejo de Darjeeling han aportado a esta Comunicación los asuntos que desearon ver presentados por mí y galvanizados hacia la Plenitud de la Voluntad de Dios.

¡Confío en que he sido lo suficientemente claro para que mi Mensaje no se pierda! Y que galvanicéis cada ergio de Energía de este Dictado para empuñar la Espada Excalibur, para ser el defensor de Todo el Espíritu de la Hermandad la Luz y para decir, en vuestra Sublime y Gloriosa Proclamación:

¡YO SOY la Voluntad de Dios!

Yo proclamo la Voluntad de Dios!

¡Y en esa Voluntad de Dios, YO SOY la Victoria Divina!

¡YO SOY la Voluntad de Dios!

Yo proclamo la Voluntad de Dios!

¡Y en esa Voluntad de Dios, YO SOY la Victoria Divina!

¡YO SOY la Voluntad de Dios!

Yo proclamo la Voluntad de Dios!

¡Y en esa Voluntad de Dios, YO SOY la Victoria Divina!

Al avanzar vosotros con esta Proclamación, ¡que todo el mundo sepa que sois discípulos de la Magna Presencia YO SOY y de los Maestros Ascendidos! ¡Y como tal, vuestra voz cuenta! La Llama en vuestro Corazón arde con el Fuego de Dios - ¡y no será negada!

Yo, Morya El, como el Mensajero de la Conciencia Divina de la Voluntad y Poder de Dios, ¡os encomiendo a vuestra Victoria!

EL MORYA

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