EL SER SIN NOMBRE QUE VIENE DEL GRAN SOL CENTRAL

EL SER SIN NOMBRE QUE VIENE DEL GRAN SOL CENTRAL

9 de agosto de 1998. Chelsea, Vermont (EEUU).

(...) Algunos dirían que el Gran Sol Central es una Estrella inalcanzable. Pero vosotros, Hijos e Hijas Míos, estáis revestidos de la Luz en el Corazón que vos catapultará hacia ese Destino. Sí, amados, muchos no logran percibir la Fortaleza y Coraje necesarios para seguir luchando, para continuar en la batalla, para seguir construyendo. Existen tendencias en la octava física para ceder ante todo tipo de dolencia o enfermedad, no solamente la enfermedad física sino también la emocional – (con) una débil capacidad para amar con constancia, y la misma débil capacidad para percibir la Vida con una mente sin vacilación, iluminada.

Amados: Yo, El Ser Sin Nombre (que viene) del Centro del Universo, he enviado muchos Mensajeros. He enviado muchos de Mis propios Hijos e Hijas a que trajeran al planeta la plenitud de la Enseñanza de Mi Corazón. Y al ser enviados por Mí a la octava física, ellos se enfrentaron con toda clase de oposición a su Misión. Pero eso no logró detener la corriente hacia adelante, el movimiento que avanza hacia la Meta, hacia la Victoria. Esto debería ser una inspiración para todo Hijo e Hija, porque no debería existir ni una sola piedrita o pedrusco, ningún río, ninguna montaña que ellos no puedan transponer, atravesar, escalar. Porque, mirad, nosotros nunca permitimos que os enfrentéis a un obstáculo a menos que hayáis sido equipados para alcanzar la Victoria. (. . .)

(...) Esa Gran Estrella, el Gran Sol Central, parece estar muy, muy lejos para tantos porque sólo alcanzan a ver la piedrita que se atravesó entre ellos y el Gran Sol Central. Perdieron de vista la Meta. Perdieron la Visión. Alguien dijo: “Sin visión, el pueblo perece.” Es verdad, amados. Sin Visión, las cosas se complican y se enredan por preocupaciones de todo tipo que tratan de desviaros de la Meta.

La Luz de Mi Altar en el Grande Sol Central ofusca a muchos. Pocos han logrado viajar lo suficientemente lejos como para arrodillarse ante este Altar. Porque eso es para el robusto. Es para el que tiene suficiente Visión para conseguir recorrer el camino. Es para el que tiene el Coraje de pasar por encima de la piedrita y que no permite que esa piedrita le disuada de su Misión. Se sigue dando demasiada atención a todas esas piedritas, todas esas preocupaciones sobre los “por qué”, los “para qué” y los “cómo” que constantemente os impiden de realizar vuestra Divina Oportunidad en toda su plenitud. Ha de llegar un día, amados, en que sólo tendréis recurso a la orientación interna de vuestra Presencia Divina. ¿Estaréis preparados? ¿Habréis limpiado los lentes de vuestra consciencia? ¿O será que, como tantos otros, os dejaréis enredar en las distorsiones, las ansiedades de la consciencia humana, que irrumpen como un torbellino para lograr que descartéis la Visión de vuestra Divina Presencia personal en beneficio de distracciones que cambian constantemente?

Sólo hay una Meta digna de ser el foco para los Portadores de Luz de este planeta, y esa Meta es (su) reunión con la Luz de Dios en el Gran Sol Central. Porque Dios quiere que enfoquéis vuestra atención en una sola prioridad, y (esa prioridad) es Dios. Empezáis con la afirmación del Honor y Gloria de vuestra Presencia Divina personal. Pero, cuando hayáis tocado el Corazón de vuestra Presencia I AM (YO SOY), entenderéis que esa Presencia rinde Obediencia, Honor y Gloria al UNO – esa Luz Universal anclada en el Gran Sol Central.

Este es el hilo conductor que conecta a todos en la Unidad y la Singularidad de Dios. No existe separación, aunque algunos quisieran considerarse separados y aparte. Sin embargo, os digo que todos son Uno en el Corazón de Dios. Cuando finalmente los habitantes de la Tierra despierten a esta realidad de que no hay separación y enfoquen la máxima prioridad de su atención en la Presencia Divina personal, lograrán el pleno entendimiento - porque este resonará fuerte y claro - sobre el “quién”, el “por qué” y el “dónde”. Porque, hay que entenderlo, toda sutil instrucción divinamente inspirada procede de la misma Fuente. Donde quiera que haya una resonancia correspondiente de ese Fuego y de esa Vibración Divina, ella es reconocida incluso en los más altos niveles y todos son unánimes. (...)

(...) ¿Cuánto tempo os vais a quedar en el (mundo) físico? Muchos dicen: “Nosotros no entendemos las Octavas Ascendidas, y por eso no deseamos catapultarnos hacia una área desconocida.” Amados, si lograrais por lo menos alcanzar una cierta habilidad para enfocar y centrar vuestra sintonía en el Corazón de vuestra Divina Presencia, aunque fuera tan sólo por un momento, y luego recordarais esa alta vibración, recordarais la sensación de intenso centellar en el cuerpo físico a medida que este iba desapareciendo de la pantalla de vuestra mente y la consciencia física de vuestro mundo se disolvía – la única sensación (sobrante) era la Vibración de la Luz y Amor de Dios, ¡vertidos sobre vosotros con tal intensidad que os sentíais deseosos de permanecer en ese momento durante toda una eternidad! Imaginad, si queréis, cómo sería permanecer en ese estado de consciencia, en esa vibración, y (simultáneamente) estar ocupados en vuestro día a día, todos los días, durante el resto de la eternidad, obrando en un nivel superior, extendiendo los brazos para ayudar a otros con menos logro espiritual a que alcanzaran esa misma Vibración. ¡Así es la Octava de Maestro Ascendido! ¡En esa dirección van vuestras aspiraciones! ¡Esa es la Luz de vuestra propia Presencia Divina, alimentando a toda la Vida que tocáis, no solamente en este momento sino en cada momento de cada día a lo largo de toda la eternidad (...)

(...) Vengo (a vosotros) hoy porque es necesario recordar a los Portadores de Luz su alta y sagrada vocación. Es tiempo de que restablezcan en su mundo lo que ha de ser la Meta de la Vida y reafirmen, en sus Corazones, el Primer Mandamiento, “No tendrás dioses ajenos delante de Mí” - y que se aferren a ese Mandamiento. Mientras estoy vertiendo la Luz de Mi Corazón, dejaos llevar por la Corriente de esa Luz derecho al Corazón de vuestra Presencia Divina y tornaos Uno con todo lo que es Vida. Este es el Deseo de un Padre; esto es el Amor de un Padre.

Os sello en ese Amor; no os alejéis jamás de mi Corazón.

EL SER SIN NOMBRE EN EL CENTRO DEL UNIVERSO

A través de la Mensajera Carolyn Shearer, 9 de agosto de 1998, en Chelsea, Vermont, EEUU.

Copyright 1998, 2019 The Temple of The Presence www.templeofthepresence.org

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Nota: El Ser Sin Nombre es un Ser Cósmico cuya Consciencia Divina es tan vasta que su verdadero Nombre no ha sido revelado públicamente. El Ser Sin Nombre fue la Presencia de Dios individualizada que entregó a Moisés las Tablas de la Ley (los Diez Mandamientos) para la Dispensación Mosaica (Hebraica). Sabemos que el Ser Sin Nombre habita en el centro del Universo y que tiene un Retiro en el Gran Sol Central, compartido con los Siete Santos Kumaras – un Templo Central rodeado por siete grandes Pilares de Fuego. Todos ellos y el Señor Gautama (Señor del Mundo) hacen parte del Mandala y Jerarquía de la Estrella Secreta de Amor. (N.T.)