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El Escarpado Sendero de Iniciación: SEÑOR MAITREYA

SEÑOR MAITREYA

El Gran Iniciador, Cristo Cósmico y Buda Planetario

29 de septiembre de 1996


El Escarpado Sendero de Iniciación


Amados, como lo he venido enseñando durante eones, uno de los grandes talentos que podéis aprender es el arte de la meditación, ya que la vida debe ser una meditación sobre vuestra Llama Divina. Al recorrer vuestro día, si tenéis la habilidad para meditar, si tenéis la habilidad para centrar toda la consciencia en vuestra Presencia Divina como el punto focal de vuestra visión, de vuestra atención, podréis seguir realizando todo lo que el mundo requiere de vosotros y a la vez mantener ese punto más central (anclado) en la Luz del Cristo, en el Cuerpo Causal, en la Presencia, en la Llama Divina, en el Grande Sol Central. (Eso) es posible, amados. Pero debéis necesariamente trabajar para lograrlo. No es cosa fácil. Y esta meditación no significa que recorráis vuestro día “en las nubes”, como dicen en vuestra era. De hecho, desarrolláis una consciencia más aguda, una mayor aptitud para la actividad mental, más Compasión y capacidad para Amar y para dar ese Amor. Cuando logréis permanecer firmes en la Plenitud de la Luz del Cristo durante las actividades de todo el día, toda la vida resultará bendecida; porque toda la vida recibirá incrementos de Amor directamente desde el Corazón de Dios, consciente o inconscientemente. Quizás los demás no lo perciban exteriormente, pero por alguna razón van a querer estar cerca de vosotros. Ellos quieren la Luz que portáis, amados.


Y esto nos trae a otro asunto y otra Iniciación. ¿Cómo (hacéis para) contener esta Luz? ¿Cómo la acumuláis? ¿Cómo impedís que sea usurpada en contra de vuestra voluntad? ¿Cómo guardáis vuestra fortaleza y aun así dais Amor?


Cada persona necesita investigar cuidadosamente su propio mundo: ¿Cómo reacciona ante las personas? ¿Dónde están sus vulnerabilidades personales? Si hacéis llamados (dirigidos) a mí, os ayudaré a descubrirlas. Porque muchas (personas) tienen puertas abiertas en el cuerpo emocional, muchas en el cuerpo mental, muchas en el cuerpo físico y en sus apetitos. Si no mantenéis vuestro campo de fuerza repleto de Luz, vuestro Pilar de Fuego resplandeciendo, seréis una puerta abierta, receptiva a cualquier clase de torbellino de sugestión mental, de sugestión emocional o, sencillamente, (receptiva) a los efluvios humanos en medio de los cuales camináis, acogiéndolos en vuestro mundo y provocando una reacción en y a través de vosotros, drenando vuestra Luz. Necesitáis manteneros firmes y erectos.


Si poseéis un momentum de meditación, elegid ciertos momentos del día en que podáis entrar en la Plenitud de la Luz de Dios, en que ponéis a un lado todos vuestros desasosiegos, preocupaciones y exigencias, y os deparáis con el Gran Silencio. Siempre que tengáis unos momentos (disponibles) y un momentum de Decretos, Afirmaciones y Mantras, reservad un espacio de tiempo en que podáis hacer vuestros Llamados libres de las distracciones del mundo. No importa el formato, amados. ¿Lo que sí importa es que establezcáis la conexión! Nadie puede establecer la conexión por vosotros. Los esfuerzos grupales son maravillosos: propician una amplificación y multiplicación del Fuego y de los incrementos de Luz proyectados para rendir ese gran Servicio a la humanidad y a vuestra propia corriente de vida. Y, para los que están empezando en el Sendero, los decretos en grupo ofrecen una aceleración a sus corrientes de vida. Porque donde quiera que haya gente conectándose (con su Presencia), los demás en su entorno se benefician con ello. Pero eso no remplaza — y repito, no remplaza — vuestra labor personal en privado. Hay ciertas áreas con las que cada uno de vosotros necesita trabajar. Y tan sólo vosotros, en sintonía con vuestra Santa Presencia Crística, sabréis (de cuales se trata). ¡Vuestra Llama del Corazón os conducirá a la necesidad del momento! Vuestra Santa Presencia Crística terminará conduciéndoos a mí, ¡y podremos (entonces) trabajar juntos — trabajar con el chakra de la coronilla, trabajar con la Consciencia Crística naciente en vuestra corriente de vida!


Las claves están dentro de vuestra propia vibración. Yo puedo acercarme. Puedo daros a conocer mi Presencia. Sin embargo, a menos que hayáis alcanzado una cierta vibración, una cierta disponibilidad y una cierta Determinación Divina, mi asistencia no va a producir un efecto duradero. Porque ella propicia una aceleración momentánea, tras la cual volveréis posiblemente a perder velocidad y, pasados unos días, diréis: “¿Por qué no estoy sintiendo la Plenitud que he sentido en Presencia del Maestro?”


Esto, amados, es porque, cuando sois acelerados hasta ese nivel, ¡vuestra Presencia personal tiene que mantener ese nivel por intermedio de vosotros! ¡Necesitáis entrenaros a mantener esa vibración! Es por este motivo que, cuando muchos estudiantes de la Luz se apartan y aíslan de la comunidad, de las sesiones con los Maestros, empiezan inevitablemente a perder esa acción de torbellino, esa Consciencia de Maestro Ascendido. Y, sin darse cuenta, empiezan otra vez a absorber más de los efluvios humanos del mundo y de las vibraciones humanas del mundo que de la Consciencia Crística. Es una desaceleración muy sutil, y con frecuencia muy gradual. Y no sabéis lo fácil que es para que ocurra. ¡No podéis desviar los ojos del Cristo ni por un momento! Porque, una vez que ponéis los pies en el Sendero, amados, todo el plano astral se yergue, avanza y trata de encauzar hacia vuestra corriente de vida todo tipo de oposiciones para impedir que aceleréis hacia la Ascensión.


Por eso, ¡ aferraos a la Luz! ¡Guardadla bien! Llamadme en vuestro Corazón, ¡y vendré con la acción del Rayo Rubí a penetrar todo lo que trate de impedir que experimentéis y que os tornéis la Plenitud del Cristo! Muchos de vosotros han estudiado conmigo. Hemos estado en estas rondas terrenales antes y, de hecho, completado grandes Obras. Pero vosotros aun tenéis la Obra más grande por delante. ¡Y esa grande Obra es lograr la Ascensión! A medida que haya cada vez más Ungidos listos para entrar al Fuego de la Ascensión, la Era Dorada se irá acercando. Y, en realidad, ¡la oportunidad para que los Maestros Ascendidos caminen y hablen con todos y cada uno será una realidad! Sin embargo, hasta el momento en que las multitudes puedan vivenciarlo, ¡vosotros, amados, tenéis la oportunidad de (recibir) este conocimiento! ¡La Escuela de Misterios la hemos abierto para vosotros! ¡Y podéis forjar ese Sendero por vosotros mismos! Estas son, amados, las Iniciaciones auténticas que se quedarán con vosotros. Todo lo demás desaparecerá de la pantalla de la vida en un abrir y cerrar de ojos. Porque al hacer la transición, benditos, todas vuestras hazañas humanas se desvanecen en el pasado. Llevaréis con vosotros los Momentums de Luz Crística que hayáis acumulado. ¡Eso es todo lo que llevaréis con vosotros!


En vuestro planeta hay muchos bienhechores simplistas. Hacen el bien por aquí, hacen el bien por allá, ¡y hacen tantas cosas a la vez que olvidan hacer el bien a través de su propia Presencia Crística! Y descubren, al llegar el momento de su transición, que son obligados a volver otra vez. Han obrado bien, no han hecho mal a la vida. Pero al regresar la próxima vez, se depararán con situaciones muy similares (a las actuales) para que tengan la oportunidad de acelerar y acceder a una vibración más elevada. Esto no significa que todos los que rinden servicio a la vida y hacen el bien estén descuidando la Llama del Corazón en su casa. No entiendan mal lo que estoy diciendo. Porque hay muchos Ungidos que están haciendo exactamente lo que han venido a realizar. ¡Ellos cumplirán con su dharma! ¿Lo haréis también? ¿Sabéis cual es vuestro dharma? ¿Trae beneficios a la vida? ¿O será más bien un deseo de ventajas personales, egoístas? Pensadlo, amados. Considerad atentamente: ¿Estáis prestando servicio a la vida con vuestro dharma? ¿Lo que hacéis cambia las cosas — no importa si poco o mucho? ¿Estáis involucrados en el deseo ardiente de vuestro Corazón? ¿Experimentáis la Dicha en su Plenitud? Estas son claves para el correcto direccionar del dharma.


Cuando tengáis dudas, centrad vuestra visión en el Cristo. ¡Aferraos a lo que es verdadero y correcto en vuestro Corazón! No vaciléis en vuestra Determinación Divina de ser todo lo que podéis ser. Y cuando colocáis un pie delante del otro, si mantenéis el ojo en el Cristo seréis guiados por esa Luz Crística. Si mantenéis la Armonía, habrá Armonía en vuestro mundo. Y sabréis que la próxima Iniciación será una Iniciación de (dada por) Dios y que el Señor Maitreya estará supervisando esa lección. Tenéis muchas lecciones que aprender. Y voy a contaros otro secreto: no terminaréis jamás de aprender lecciones. Nunca tendréis tanta iluminación que no haya un nuevo aspecto de la Ley necesitando ser dominado. Así es la Jerarquía.


Yo, el Señor Maitreya, estoy con vosotros y os felicito por el Coraje para llegar así de lejos en el Sendero y por vuestra Fortaleza y perseverancia. ¡Buena Ventura y hasta vuestra Ascensión en la Luz!


SEÑOR MAITREYA


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