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EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA: SEÑOR MAITREYA

SEÑOR MAITREYA

Cristo Cósmico y Buda Planetario

Parte 1 de “La Enseñanza y el Maestro”

9 de octubre de 2005 - Tucson, Arizona, E.U.A.


EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA


Benditos Hijos e Hijas de Dios, Yo, Maitreya, estoy en medio de vosotros.


Aquellos de vosotros que perciben las Ondas de Luz Rosa-Dorada que irradian desde mi Corazón ya han tocado mi Consciencia. Han recibido una carga de Energía que fluye desde mi Corazón mientras Yo me mantengo firme en la Verdad de la Ley Cósmica. Deseo que esa Verdad sea diseminada como Enseñanza e Instrucción para bendecir a los Hijos e Hijas de Dios en la Tierra. Envío mi Rayo de Consciencia en Ondas de Luz para captar la atención de los que tienen un Cáliz erguido, listo para recibir una comprensión más elevada sobre una Manera de Vivir superior, que antes no estaba presente en su percepción consciente.


Existe, dentro de todo Hijo e Hija de Dios, la Semilla de Pureza y Fuego que es inmutable, que es perfecta. Ella contiene la Identidad Individualizada de su Divina Presencia. Es Consciencia en su forma más pura – la Consciencia de la Presencia, que proyecta una corriente como una pulsación que no puede ser negada. Sin embargo, lo que se va acumulando alrededor de esa Semilla es frecuentemente recubierto por percepciones erróneas, errores de juicio y calificaciones indebidas. Estos se mezclan con la corriente de Consciencia que se manifiesta como abundante Verdad de la Ley, establecida para todos por la Consciencia Cósmica de Seres Ascendidos y Cósmicos poseedores de la Consciencia del Magno YO SOY.


Invocad la Luz con Constancia para Vosotros Mismos y los Demás


¿Cómo hacéis entonces, estudiantes sinceros, para distinguir los errores, las calificaciones erróneas, incluso el llamado mal, de la Verdad y del Bien que emanan como Ley Cósmica?


El primer paso en la aceleración de vuestra propia consciencia, formada en y alrededor de la Verdad de vuestra Identidad Real, comienza cuando lográis proyectar una chispa de Luz desde el Núcleo del Ser, suficiente para atraer a si más chispas de la misma naturaleza y para reprochar y rechazar los estados específicos de la consciencia humana que sean distintos del verdadero Núcleo del Ser.


A lo largo de muchas encarnaciones, os habéis sumergido en la curiosidad de muchas situaciones humanas tejidas con pensamientos y emociones mal calificados. Puede ser que inicialmente estas creaciones erróneas no fueran de vuestra autoría, sino creadas por otros; pero, sea como sea, bebisteis de la mima taza y digeristeis la misma fosa séptica de negatividad, permitiendo que estas dieran vida a errores de juicio en vuestra propia consciencia.


Ahora bien, la salvaguardia para el estudiante sincero está en la aplicación de la Ley del esfuerzo, y en la invocación de la Luz y obra de la Constancia para el bien común. Permitid que la consciencia de aquellos de nosotros que hemos conquistado la Victoria sobre el tiempo y el espacio sature vuestra consciencia, ya que hemos asumido el Comando Divino sobre el pensar y el sentir humanos. Nosotros hemos erigido cuerpos de persistencia inmortal. Nos hemos convertido en la Pureza de la Ley Cósmica por medio de acciones, por medio de hechos y por medio de cada pensamiento emanado como una corriente desde nuestra Consciencia Ascendida.


También vosotros, Benditos, estáis construyendo esos vehículos inmortales de Luz para poder uniros a las filas de los Ascendidos – para nunca más tener que luchar contra las vibraciones inferiores de este mundo denso, que os cogen por sorpresa cuando bajáis la guardia y no aplicáis suficiente presión de la Llama, que es la Pureza del Núcleo de vuestro Ser, sobre todas las actividades.


Cuando esta Llama empieza a despertar la consciencia en un alma ávida y ansiosa de Luz, ansiosa por conocer la Verdad de la Ley, ávida de Enseñanza, es entonces, Benditos, que aparece el Maestro. En el principio podrá ser un amigo, un colaborador, un familiar; podrá ser un desconocido que cruzáis en la calle, alguien que comunica palabras de Sabiduría que hacen vibrar una cuerda, la cual despierta el recuerdo de esa Llama y de vuestra búsqueda, satisfaciendo vuestra hambre por un momento. Mas, una vez pasado ese momento y consumado ese ciclo, el hambre reaparece, la sed permanece, y es como si estuvierais caminando por un desierto quemado, sin nada visible que pudiera satisfacer vuestra nostalgia.


Por eso seguís esforzándoos y retornáis una vez más al Corazón, permitiendo que la Llama del Altar reciba vuestra atención, que sea nutrida por esa atención. Porque esa atención hace que el flujo de Energía, vertido diariamente por vuestra Presencia Divina, se vuelva a enfocar en vuestra Consciencia, para ser calificada allí por el Cáliz elevado desde el Núcleo de Fuego Blanco de vuestro Ser como la Verdad de vuestro Yo Divino.


Surge, entonces, la oportunidad de desarrollar lo que acabáis de aprender, aquello que quizás haya traído un recuerdo de tiempos transcurridos en un pasado remoto, dándoos el coraje para persistir en vuestros esfuerzos y para seguir con vuestra búsqueda. Entonces, a medida que se va generando más Luz como Consciencia, como Pureza, vais progresando hasta que lográis estar abiertos a la posibilidad de que el Maestro quizás aparezca. Y esa apertura, Benditos, es realmente una gran Victoria. Porque si no hay en vosotros la capacidad para permitir que la Llama de vuestra Verdadera Identidad se expanda lo suficiente para estar abiertos y receptivos al Maestro, no habrá espacio para el Maestro. El Maestro no aparecerá hasta que estéis listos. (…)


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