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“CO-CREACIÓN CON DIOS” por Monroe Shearer

“CO-CREACIÓN CON DIOS”

Un Discurso sobre la Llama Violeta

por Monroe Shearer, Representante Ungido®

  7 de enero de 1996. Redlands, California, EEUU.



II. Sólo cuando observéis y experimentéis la rápida y magnificente manifestación de estas palabras lograréis la plena confianza y la Victoria de saber, como lo saben los Mensajeros, que no hay posibilidad de fracaso en vuestros llamados a la Magna Presencia YO SOY de Luz. Si los Mensajeros tienen el Coraje y la confianza para repetir un determinado llamado durante un año entero o más para lograr un objetivo dado, como ocurrió con las dos cosas concretadas en los últimos dos días, ¿no deberíais también tener suficiente confianza en vuestra Presencia y Valor como para seguir con vuestras prácticas hasta que la Victoria aparezca frente a vosotros? Esta es una forma segura de acceder al todo-Poder y Dominio de vuestra corriente de vida. Y cuando digo esto, por supuesto, quiero decir por medio de la dirección de vuestro Cuerpo Mental Superior, el cual es (parte de) vuestra Presencia.


Recordad que no debéis separar el Santo Yo Crístico de la Magna Presencia YO SOY. Ellos son uno sólo en lo referente a la acción de las corrientes de energía, Luz y Poder. Aunque el Santo Yo Crístico es el Director y conoce ambas circunstancias – las internas y las externas – eso no significa que haya una separación entre vuestro Santo Yo Crístico y la Presencia YO SOY, el Gran I AM. Ellos son Uno y al tener una comprensión más integral de que el Poder de la Vida que fluye a través de vosotros es la Magna Presencia YO SOY y que ese flujo lo dirige el Cuerpo Mental Superior, permaneceréis dentro del Dominio de esa Luz adonde quiera que vayáis o en cualquier circunstancia que atraveséis.

¿Por qué es necesario esto? Las explicaciones son muchas, pero lo más importante de entender es que lo que está pasando, lo que estamos haciendo ahora mismo, es preparar nuestros cuerpos para contener la intensidad de la radiación del Cuerpo Electrónico. No podemos ni concebir en este momento lo que es la intensidad de esa vibración, pero el propósito de nuestra encarnación es preparar estos cuerpos para la fusión con ese Cuerpo de la Presencia YO SOY y para la Victoria - primero en la Resurrección, y luego en la Ascensión.


Y hasta el momento en que se complete esa aceleración podéis contar con - usando palabras que los Maestros solían utilizar - “el viento del Espíritu Santo, que modera su intensidad para el cordero esquilado de nuestra identidad humana.” Es decir, hay una mitigación de esa vibración de la Magna Presencia YO SOY, lo cual no significa que no podamos tener integralmente el beneficio de su uso aquí y ahora. Por ejemplo, hay varios dispositivos eléctricos que usamos aquí. Hay un filamento en cada bombilla de luz. Ese filamento es sometido a una tremenda aceleración por la presión de la electricidad que lo atraviesa. En este momento, nosotros no lograríamos sobrevivir a esa aceleración de manera directa y sin embargo, una vez que la presión de la electricidad sale del filamento, el producto de esa aceleración queda patente en la bendita luminosidad que ahora vemos y toleramos. De manera similar, si consideramos el caso del fuego - ya sea de una llama física o la radiación de un calentador eléctrico - no podríamos soportar directamente (el contacto directo) con la intensidad de esa vibración, pero la radiación que emite sí es beneficiosa para nosotros.


Asimismo, nuestro Santo Yo Crístico es capaz de absorber esa radiación directa; él puede ascender al nivel de la Presencia YO SOY y (hacer) que la radiación emitida por el Cuerpo Electrónico llegue directamente y de forma tan mitigada a este mundo como la (vibración) de nuestra forma física, resplandeciendo como la Llama Violeta. Nosotros somos los beneficiarios de esa radiación emitida por la Magna Presencia YO SOY y guiada hacia sus objetivos por la inteligencia conductora del Santo Yo Crístico.


El Yo Crístico determina hacia donde debe ir la Luz, pero lo que es interesante de recordar – y me he dado cuenta de que esta era de las mayores claves que mi corriente de vida debía comprender – es que, en el caso de una corriente de vida no ascendida, el Santo Yo Crístico no tiene personalmente la Autoridad para proyectar los Rayos de Luz, sino que la Autoridad y la energía proceden de la octava de la Presencia I AM (YO SOY) en la corriente de vida no ascendida. Por supuesto, en el caso de los Maestros Ascendidos pasa lo mismo ya que, por definición, un Maestro Ascendido se ha elevado al nivel de la Magna Presencia YO SOY y Él es, de hecho, esa Magna Presencia YO SOY en Acción. Por tanto, en este segundo caso la Autoridad permanece siempre en el nivel del Cuerpo Electrónico.

Por tanto, vuestro Santo Yo Crístico permanece en un punto intermedio entre el mundo externo y esas Esferas Internas, y lo fantástico en lo que concierne al Santo Yo Crístico es su capacidad para observar lo que ocurre en este mundo externo sin dejarse impresionar en lo más mínimo con lo que observa. Me parece (casi) incomprensible, pero el Yo Crístico puede observar toda una serie de eventos que para nosotros son trágicos y permanecer tranquilo e inamovible - porque el mundo donde reside el Yo Crístico está contenido y blindado en el abrazo, el cercano abrazo del mundo de la Magna Presencia YO SOY, y en ese mundo no hay espacio para discordias o desarmonías de ninguna clase.


Y lo mejor que puede sucedernos, a vosotros y a mí, es que convirtamos nuestros cuatro cuerpos menores en receptáculos adecuados para que el Santo Yo Crístico pueda estar tan cerca que se sobrepone a nuestra forma. Logrado esto, seremos capaces también de observar las cosas del mundo externo y de nuestro mundo personal, y de permanecer impasibles ya que estamos dentro de la ciudadela de Armonía y de Maestría de nuestro Santo Yo Crístico.


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