BUDA GAUTAMA: UNA VISIÓN COMO LA DEL NIÑO
- Hernando
- 22 oct 2020
- 3 Min. de lectura
BUDA GAUTAMA
Señor del Mundo
2 de marzo de 1996
“EL RETORNO AL AUM”
(Parte 3 de 3)
UNA VISIÓN COMO LA DEL NIÑO
(…) Alguna vez habéis tenido la oportunidad de orientar a un niño pequeño, aunque fuera por un día solamente, y de observar como él confía en vuestro conocimiento, vuestro entendimiento, y como os mira como seres magníficos, tan altos y fuertes, tan capaces de hacer de todo? Amados, el niño está en conexión con vuestro Verdadero Ser. Realmente, vosotros sois capaces de hacer de todo. Sois realmente Seres Magníficos. Los ojos inocentes del niñito solo perciben la grandeza, la Luz de vuestro Yo Real. El niñito os ve portando el Manto y la Vestimenta de vuestra Santa Presencia Crística, y percibe los ojos de la Magna Presencia IAM (YO SOY) resplandeciendo en vuestros ojos.
Muchos creen que jamás se pondrán esa Vestimenta porque está demasiado distante, porque ellos mismos están condenados – más allá de cualquier esperanza - a deambular en medio de su creación humana porque están separados y aislados, y que jamás se unirán a su Presencia Divina en esta encarnación por el exceso de equipaje que cargan.
CAMINAD EN LA PLENITUD DE VUESTRA PRESENCIA
Me gustaría que poseyerais los ojos de un Maestro Ascendido solo por un momento y que pudierais leer el registro de tiempos pasados en los que erais vuestra Presencia Divina-en-Acción — cuando vuestro vehículo externo emitía Armonía, Paz y Luz , y vosotros caminabais sin esfuerzo como si fuera en el aire, diciendo exactamente las palabras correctas en el momento correcto, alentando a una o más personas y, a la hora de iros, llevando una sensación incomparable de haber cumplido vuestra misión.
Habéis tenido muchas caminatas de esas. Vuestra Presencia está muy cercana, muy tangible. Sin embargo, si mantenéis en la consciencia la idea de que no sois dignos, le va a tocar a vuestra Amada y Magna Presencia I AM (YO SOY) permanecer en las Octavas Superiores hasta que hayáis elevado vuestro Cáliz, hasta que estéis listos para abrir la puerta y vestir el Divino Manto. Y cuando lo hacéis, no es con un ego humano que proclama “¡Mirad todos quién SOY YO!” y que se pavonea exhibiendo sus vestiduras. ¡Oh, no, Amados! Es con una divina humildad que dice “¡Gracias porque eres mi Vida!” y (que habla) con la plenitud de la Gratitud que siente por el Amor de Dios. Camináis, entonces, en la Dignidad de Dios-Amor para ayudar a todos los que cruzan vuestro camino.
Esta es la meta de los estudiantes de los Maestros Ascendidos. Porque cuando ellos caminan en la Plenitud de su Presencia, los Maestros Ascendidos pueden caminar y conversar con ellos, y Nosotros podremos manifestar la Edad de Oro en la que los Maestros Ascendidos tendrán la oportunidad para entrar visiblemente en el salón, ya que la vibración es suficientemente alta para que su Radiación personal sea observada por todos.
La Plenitud del Amor de Dios no siempre llega como un volcán en erupción dentro del cuerpo físico, donde la Luz irrumpe y provoca un súbito despertar – aunque eso también puede pasar. Pero en la mayoría de los casos, la Luz de Dios llega en el hilito de voz, en los momentos tranquilos de devaneo cuando menos lo esperáis. Podéis incluso encontrar esa chispa en la mirada de un niño, que yergue la mirada a su Presencia Divina y siente en su Corazón: “¡Oh, que magnífico eres!”
Os mantengo en el AUM, para que podáis vestir ese Manto — si es lo que deseáis.
AUM.
GAUTAMA
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