AMADO MAESTRO ASCENDIDO KUTHUMI :“La Ley de la Invocación”
- Hernando
- 30 mar 2021
- 3 Min. de lectura
AMADO MAESTRO ASCENDIDO KUTHUMI
Instructor Mundial con el Amado Maestro Jesús.
Encarnaciones: Pitágoras, Rey Baltazar, San Francisco de Asís,
Erasmo de Róterdam, Shah Jahan, Mahatma Koot Hoomi Lal Singh
17 de enero de 1999
Incluye Comentarios de los Representantes Ungidos
“La Ley de la Invocación” (parte 3 de 6)
(…) Hay estudiantes en el Sendero que tienen mucha soberbia y vanidad, nacidas de prejuicios que establecen un patrón de egoísmo en su mundo y permiten el prolongamiento de su consciencia humana a través de los vehículos menores. Mientras los sub-planos del cuerpo mental sigan siendo la autoridad que (os) gobierna, Dios no estará gobernando ni tan poco estará activo. Para que Dios esté activo, es necesario que el cuerpo mental se someta a la Mente de Dios y a las Octavas Superiores. Esos sub-planos inferiores de miasma mental no son la Realidad Divina — y no son aptos para la necesaria alquimia en el Corazón del estudiante de los Maestros Ascendidos. No son una Realidad para el Portador de Luz ni para cualquier otro Hijo e Hija de Dios. La Luz precisa, en primer lugar, que la invoquen desde el Corazón del Portador de Luz y que la dirijan hacia el Corazón de Dios, la Magna Presencia I AM (YO SOY). En el ciclo de retorno, la Luz es emanada del Corazón de Dios y redirigida hacia el Corazón del Portador de Luz y, por consiguiente, al punto focal de la Llama que, al ser extendida, obra la transformación invocada.
Amados, esas extensiones de vuestros Llamados generan el Bien Divino en el mundo. La Luz expande la esencia de Dios donde quiera que baje — en todo lo que contacta. Y vosotros tendréis esa experiencia al conectaros con la meta de vuestros esfuerzos, porque la corriente de retorno llegará a vuestro Corazón y, si permitís que el Corazón registre esa corriente, conoceréis todo el Bien que ya habéis logrado. Nadie, de ahí en adelante, tendrá que hablaros sobre la necesidad de hacer Decretos, porque la Alegría de vuestro Corazón os impulsará a la acción con los Decretos y Afirmaciones. Sí, ¡la Alegría hará que vuestro Corazón desee involucrarse en la Luz y Obra de Dios! El Corazón querrá aquietar todos los sonidos de las circunstancias humanas que emergen para ser transmutadas y que vociferan para perturbar el Gran Silencio. No existe ni un solo momentum que sea continuo y que prosiga indefinidamente a menos que reciba apoyo externo, que haya un involucramiento consciente y vigorosamente reforzado por parte del Portador de Luz.
Considerad por un momento lo que acabo de decir. La Luz de Dios, invocada para bien o para mal, es la causa. La calificación de esa causa la determina el Portador de Luz. Incluso los que han perdido la habilidad para conectarse con su Presencia a causa de los grandes abismos entre los sub-planos de la consciencia humana y la Consciencia Divina deben asimismo reconocer que aun está vigente el requisito de que la Luz de Dios sea la que realiza todas las cosas – correctas o incorrectas, luminosas o tenebrosas. Mucho de lo que emerge a través de la Luz es frecuentemente una (manifestación de la) Gracia a través de la intercesión de los Maestros Ascendidos, del Reino Angélico o de la Magna Presencia I AM del Corazón inconsciente y muy sensible, aunque generoso, de algunos Portadores de Luz.
Invocar la Luz para que penetre vuestro mundo diariamente os brinda protección al impedir que esa Luz sea desperdiciada y arrebatada en contra de vuestra libre voluntad — porque vuestro libre albedrío ha decidido entrar en acción. Ella (la invocación) ya habrá determinado cual es el uso correcto de esa Luz y la participación de esa Luz. Además, no habrá Luz disponible para ser mal usada por cualquier otra persona. Los beneficios que recibís al involucraros en el flujo en forma de ocho con Dios superan de lejos todos los demás modus vivendi. Esta es la aplicación práctica de la Ley. Es algo científico – metafísico, si queréis darle ese nombre – pero metafísico dentro del Corazón de Dios, no en ausencia de Dios; no tan mecánico que no pueda ser saturado con la Luz de Dios y con la misma Consciencia (que está) detrás de la Causa que es Dios. (….)
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